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jueves, 26 de mayo de 2011

Nunca Más.

Está ahí, delante de ti, ¿no la ves? Con su peculiar sonrisa, sus ojos brillantes oscuros, su melena larga y lisa, reluciente. Parece feliz, ¿verdad? Esa blusa blanca le sienta tan bien como ese colgante del cuello. ¿Aún piensas que es única? Deberías de hacerlo, sabes que lo es. ¿Ves ese libro que está leyendo?, lo escogió pensando en ti, dice que es una historia parecida a la que viviste. ¡Cuidado! Creo que nos ha visto, la última vez que lo hizo queda recordada en su muñeca izquierda, aún conserva la señal. ¿Dónde va? Oh no, esta ocurriendo de nuevo. No intentes gritarle, ella no te puede oír.

martes, 24 de mayo de 2011

Le llaman Felicidad, 19M.

Y sientes. Inesperadas ráfagas de sensaciones inequívocas, miles, cada una diferente a la anterior.Miles de expectativas y cientos de no pudo ser. Son promesas, que pueden caducar en forma de fracaso o, en compañías adecuadas transformarse en buenos y satisfactorios recuerdos. Dicho de otra forma, sentir lo que un día llegaste a ver y en este presente conseguiste. Y consejos que la mente te da y el corazón no obece son los mejores incumplimientos que puedan existir. Realiza acciones equivocas y después avanza sin lamentar. Ver lo inalcanzable en el momento y vivirlo en un par de segundos. Como gotas de sudor tras el agotamiento. Como sonrisas en el aire tras la victoria. Le llaman Felicidad. Siéntelo como mejor puedas. Marca un antes y un después. Pero desde ese mínimo segundo, las cosas se ven de distinto color, está asegurado.

domingo, 1 de mayo de 2011

Sentir que hay algo por lo que vamos a intentarlo.





Tranquila, todo saldrá bien.
Y a partir de ahí todas las preocupaciones se van, como una ráfaga de viento pasajera, todo se borra, solo puedes tener algo en la mente, algo bueno, lo mejor que puedes tener, su imagen, cada una de las lineas que separan cada uno de sus músculos abdominales, su sonrisa, porque no la borra nunca, la mía, porque a su lado siempre está presente. 
Eres perfecta, puedes con todo.
Y entonces sientes un cosquilleo en el estómago, algo que te dice que las cosas más bonitas se ven en el interior, que te convence a ti misma de que los problemas dejan de ser problemas cuando las situaciones son llevaderas y oportunas. 
Tranquila, yo estoy aquí.
Y es cuando te ves que el camino que has llevado hasta ese punto a servido de algo, que las tormentas pasaron y ahora solo queda el sol reluciendo, y aun en los malos momentos la ayuda prestada es mejor que cualquier otra cosa que te puedan dar.
Mi amor, puedes con esto y más, eres una campeona.
Y ya todo te da igual, ni el exterior, ni el clima, ni la multitud te lo va a impedir, nada, quieres sentir de nuevo, quieres saborear cada uno de esos segundo y nada ni nadie te lo impide, no, porque esa imagen del principio, que te da la felicidad, te saca sonrisas y te hace sentir importante es la que predomina en el resto de tus horas. 
No te pasará nada, Cielo.
Y entonces entiendes porque todo se ve de ese color cuando su perfume predomina en tu cuerpo.