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martes, 30 de agosto de 2011

DZCH.

Ahora me gusta, ahora lo odio. Una sonrisa, doscientas miradas, canciones a medias. Guárdame el secreto, cuéntalo del revés. Un paseo por el parque, una noche helada. El sol de mediodía, que refleja en esos ojos las mentiras que ocultaban. Dos mordiscos por cada bobada, y tres si el día viene con lluvía. Viene con hoja de reclamación, con cambio de vuelta. Una atracción simple, fácil, un te quiero. Intento de superación, tentación de lo imposible. Coincidencias que nadie podia evitar, que acaban trágicamente mal. Equivocaciones. Un simple recuerdo de aquel extraño Amanecer. Casi un lustro, un sueño a mitades. Colores verdes, relaciones familiares. Sonrisas. Brisas de verano, vientos de otoño, llamadas interminables. Inocencía de niños, un roce de mis dientes, un primer imprevisto, no saber que hacer. Las caricias que nadie supo contar. Rosas. Aquella chaqueta prestada, aquel helado a medias. Un Juego, un estúpido y maldito juego. Ella no gana. Nadie pierde.





300807. 2:34

jueves, 25 de agosto de 2011

Gotas de Amapola.

Porque el mundo gira y la vida sigue, entre imposibles y acciones que no valen la pena. Intentar coger el cielo es tan probable como hundir la sonrisa más perfecta en un día soleado o parar las lágrimas más tristes en un día de lluvía. Y así es como en un par de segundos todas las esperadas decisiones se marchan con el viento y te queda esas palabras que se marcan dentro, muy dentro de ti. Recordar historias que debían quedar borradas y avanzar paso a paso sobre un línea que no tiene final. Y ya no hay tiempo de soñar, porque es real, porque se siente y duele, y a veces brilla. Y son los locos los que viven en la calle y los soñadores los que están en el manicomio. Finas líneas verticales, gotas de amapola. Asusta, da miedo, desespera, pero al final aprendes a vivir con ello y llega a ser la rutina pasajera que no tiene final.

martes, 9 de agosto de 2011

CasiTreintaOportunidades.

Aquel día todos se dieron cuenta de algo, cada uno de algo diferente, pero todos aprendieron. Las decepciones fueron mutuas para tantos que ninguno se atreve a admitirlas pero por dentro muchos lo sienten, sienten esa impotencia de no saber la respuesta. Y es que a veces no llegamos a entender las cosas con una venda en los ojos, y ahora acaba siendo eso, simples cenizas de algo que murió, que por dentro siempre a sido nada, y que siempre será nada. Quizá sean modas o cientos de expectativas de "podrá ser que" pero lo verdaderamente cierto es que todos lo sabían y nadie quiso verlo. Pero no hay más que pensar, tan solo tu para siempre ha muerto y tu sonrisa no es verdadera, que tus palabras no eran sinceras y que tus sueños no eran más que propias mentiras, y que tus Locuras no estarán más a mi lado. Porque todos aquellos aquel día aprendieron y nadie sabe el qué.


Hasta pronto, VNueve.