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lunes, 30 de enero de 2012

Ya no eres nadie, solo Ceniza. 7A11

Las indeseadas ganas de ti, los mundos inventados, las causas del revés, los "Posdata", las llamadas, que lejos quedan ahora de la realidad, que cerca se sienten los minutos. El mismo trato que tenía con todas, que disminuye, que ya no existen los diminutivos, que ahora ya no es igual. Y perdiste la sonrisa, no sirvieron las promesas, la realidad es lo que cuenta. Que los besos no se discuten, ni se planean, que se roban, te los roban. Y la distancia iba afectando, lo que ahora desaparece. Y no escribas lo que no interesa, que tus estúpidas teorías del amor quedan alejadas de sus pensamientos. Tu verdad sobre el amor, ya el tiempo te la ha mostrado, a estas alturas ningún esfuerzo merecería la pena. Veintidós, doce, once , siempre entrometiendo palabras injustas con fines invisibles, que la intención fue lo que llegó, el final fue otro beso apasionado, y tú no estabas allí. Ese odio a los lacasitos amarillos, y la maldita adicción a la cocacola, que lo has ido creando poco a poco. Las princesas tienen puestos, y tú no estabas en la lista, te quedaste en el camino. No te llamó, ni con elle, ni sin ella. Veinte, eme, once. Las odiosas olas, la maldita arena y el puto sol calentando, que las dudas crecieron en aquel entonces, y las explicaciones aún las puedo seguir esperando. ¿Cuál era tu rincón preferido? ¿ Oíste alguna vez los trenes con sus besos? Las estúpida Locura, que no tienes, los apodos, las risas. Que caro te han costado. Sus putas ganas de verte. Aprovecharon las distancias, los cambios de culturas, para poder versen mejor. Las lágrimas a lo lejos se clavaron en su corazón. Fechas que quedan marcadas aun que nadie entienda que quieren decir. Que no dijiste adiós, que te empeñaste en no olvidar, y un día la vida te doy la lección, que el destino une a dos personas, y la tercera acaba sobrando, Siempre. Eres tan solo ceniza, con una voz que a veces viene a recordarme lo que pudiste disfrutar y ahora tan solo miras desde lejos, pidiendo a gritos ocupar ese lugar. No intentes disimular, que marcó tu corazón, y ahí está la marca. Que solo los buenos van al cielo, y los malos se llevan el botín.



¡Qué gran fortuna me he encontrado, arderé en el infierno, pero a su lado!