Lo jodidamente perfecto que era, que eramos. No había mejor contraste que su piel morena y mi melena. No habían sonrisas más bonitas que el reflejo de las nuestras en la clara agua de nuestro pequeño mar. No había lágrimas más sinceras que las que mis ojos derramaban cada vez que se marchaba. ¿ Me echaste de menos todos los días? Yo aún lo sigo haciendo. Rosas, ya sabes que me encantan esas cosas, que no importa si es muy tonto, soy así. Ven, ven ya, que esta espera me está matando. Dime, dime que me has olvidado ya. Dímelo. Sigo aquí, como desde el principio, ¿Recuerdas? Dijiste que no podías permitírtelo. No lo hagas, no me dejes más aquí.Que mis besos son solo tuyos, aunque bese a otros más. Ven. Que dejamos a medias muchos tratos. Te echo de menos, como jamás pensé que lo haría, y sin ser nadie nunca, me llenaste. Quiéreme un poco, que lo demás lo pongo yo.
