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miércoles, 28 de diciembre de 2011

La luna llena, del mes de Abril.

Debí dejarlo allí, olvidado, en aquel cajón, como un despiste, ya sabes, las prisas. Pero no fue así, lo llevaba conmigo, cada día que pasa, cada mes, cada año, cada siglo, porque parecía eterno el tiempo con un recuerdo efímero. La vida seguía y a mi parecer nada cambiaba, estúpida realidad, como duele no verla. Los pasos dibujan caminos sin destinos, que acaban en tragedias, en sonrisas sin verdades y lágrimas con mentiras. Y todo no era así, no puedes engañarte, lo sabes, el tiempo a hecho estragos, a unos más que a otros, los ganadores no sintieron el dolor. Allí quedó todo, en aquella maleta sin prisas, en aquel cajón sin fortunas, debí dejarlo allí, pero ¿Quién pensaría que un simple dibujo fuese a crear tantas ilusiones?

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